dónde estás. acá hay tanta humedad y polly jean y the breeders que intercalan la alegría y el dolor de una forma incomparable. acá, que no encuentro la función de los adverbios de negación en un diagrama de árbol que se parece más a la matemática que a cualquier cosa, entonces pienso en los fractales y que quizás la naturaleza se guía a partir de fórmulas extrañas y todo eso abstracto que inventamos los seres humanos, que creemos que nos ajustamos a las cosas cuando en realidad (¿en realidad?) es todo forzado.
dónde, el agua corre como un grito de mujer hermosa, se arrastra sin esfuerzo, dónde, siempre tengo preguntas que no me animo a hacer. nunca tengo cosas ocurrentes para comentar. siempre tiendo a la libre asociación, con todas las consecuencias psicoanalíticas que puede acarrear.
dónde, revuelvo entre las hojas y las ramas de los árboles se caen como si hubiera una tormenta de viento, pues claro, no podía pasar otra cosa, los cálculos relacionados con la física, los pronósticos meteorológicos se apuraron a marcar la caída de todo tipo de organismo fotosintético poseedor de corteza. ramas en papeles, por ejemplo.
trato de meterme en la cabeza una estructura incomprensible, intento entender cómo es todo, dónde está lo que busco y por qué cada vez que me pongo a tararear alguna improvisación salen las palabras buscar y no encuentro. casi una burla, una especie de llamado a los espíritus inexistentes, un grito de nihilismo forzado.
bajo los cielos, bajo tierra, a miles de años luz, alejada de todo tipo de órbita. demasiado lejos como para que la gravedad de los asuntos me aplaste a algún piso.
por eso esto, quizás, quién sabe, quisiera saber, tal vez no conviene, es que no encuentro, pero tampoco busco, serán siempre la mediocridad y el conformismo, la estupidez de preferir abandonar algo antes de tener que esforzarse un poco, pero no entiendo, puede que no quiera, pero por qué las preguntas, y las preguntas sólo cuando quiero, cuando las elijo, cuando decido que son convenientes, apropiadas, una buena base para una redacción más, otra ridiculez de aquellas, las comas que ordenan todo todito pero no sé dónde carajo va el adverbio de negación en el putísimo diagrama de árbol de la maldita gramática inglesa.
de agujero a agujero
Hace 4 horas.

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