wrath is an octopus

SOLA
SOLA EN CASA
SE ME ESCAPA
OTRA POSIBILIDAD DE
de qué otra forma reproducir gritos por medio de la escritura. de qué otra forma, la humedad, el aliento pesado de una lluvia que me lamió desde las zapatillas hasta el broche del corpiño, cómo escaparse de la falta de voluntad, cómo pretender hacer planes cuando tengo un puñado de migas de alegría en la mano, se resbalan, se escapan, quedarse mirando las gotas que corren en la ventana de un colectivo medio lleno, las gotas de gaseosa en un vaso sin más contenido que las gotas petrificadas, el aliento de una boca que acaba de comer por rutina, la sal de los fideos hervidos y el vapor impregnado en la ventana de la cocina, el vapor por dentro, un hervor conocido, si ya sabíamos todos que los ciclos, que se vuelve, claro, la desesperación sumada al adjetivo más característico, estúpida, ESTÚPIDA, con sus cuatro sílabas, su esdrújula mayúscula reventando los bordes de las letras, saliéndose del margen, tratar de poner música sedante, tranquilizarse con la posibilidad de poder hacer otras cosas cuando esto, aquello y lo otro termine, tentarse con un futuro pretérito, planificado hasta en el color del cielo y la densidad de las nubes, hoy se ve un techo demasiado bajo que asfixia hasta a las ratas.

entonces me miro al espejo. allá el pelo despeinado, los anteojos, los puntitos negros haciendo polka dots en mi nariz. mi boca, la sonrisa invertida de tantos días, mis manos con uñas irregulares y el hastío que me rodea como un halo gris, un aura de neblina y sauna mal hecho.
y acá llega el momento en que quiero cerrar el texto, darle un final, entonces está esa pausa que se notaría sólo si pusiera renglones en blanco, pero no, pero sin embargo una pausa, qué frase que pueda llegar a sonar bien, a ser bien pensada, qué cosa para creer que si realmente me dedicara a esto podría estar mejor, más tranquila, o menos, o más contenta, por qué seguir escribiendo, soy una cinta de moëbius, no dejo de pasear en círculos, (y acá llega la frase para cerrar el texto) no soy la majestuosa serpiente; sólo un perro que juega a morderse la cola.