1.3.08

i want candy




and if you’re nice to her she’ll give you candies.
cándida, exaltada.
veinte voces a los cuatro vientos, cómo no iba a salir así todo, ¿eh?
vos esperabas algo más, eso es seguro.
otras ausencias, hubiera sido mejor que te quedaras estancada en tu cuartito de tres por cuatro,
quién iba a escucharte, magoya,
un saludo a la distancia, sábado en mi cama constantemente, huir de esa mesa repleta de papeles, imaginate si fueran cuentas, si fueran cuentos, cartas,
porque por qué, qué esperabas de todo esto más que un saludo cordial, una cierta sorpresa, no es posible causar una impresión con medio segundo de contacto, una conversación truncada,
el misterio, a veces pienso que el misterio es mejor que darse cuenta de que esto no es lo que esperábamos,
candies cansados de boca en boca, una cajita que traquetea, tráqueas embebidas del azúcar ácido, cinco caramelitos al mejor postor,
nadie esperaba que fuera así, te lo aseguro, no pensaba esto de vos, mirá cómo salió la nena,
hacé lo que quieran, no los escuches, callate, escuchá, atenta
cuál es tu gusto preferido
nunca me gustaron los de naranja, ni la menta con chocolate
después de las ocho quizá sí, láminas para la lengua cansada de tanta acidez pop
un sabor inglés un té amargo apagado
it’s you sir, colores por todas partes
ella es como el arcoiris
voy a seguir escuchando las voces que grabaron hace cuarenta años
es la época, ellos allá tocaban sin interrupicón alguna, un volcán quizás los llama
quisiera ser como el arcoiris, venir en multicolores, ya soy insípida, impalpable
las manos tus manos qué hacer si se me acercan me petrifico qué es una caricia no entiendo lo que me causa
es como la música, cómo, su cara es como un pirulín de esos que venden en la playa
con forma de corazón de mickey mouse
milanesa de arena pirulín
emanando colores por todas partes un prisma de chupetín el otro lado de la luna
las lamidas vivaces a esos cosos de playa que cansan a los cinco minutos
si sos buena, si sos bueno con ella les va a dar caramelos
de los masticables, de los que se disuelven enseguida, los media hora para los pocos paladares que lo eligieron
un poco de anís también en una botella chiquita, hada verde que alguna vez ofrecí, regalé
una petaca de dos cincuenta con tapa falseada rellena de verde brebaje
un caramelo mentita para calmar las ansias esos siempre en las horas de cursada en inglés o en castellano little mints, drf a cincuenta centavos batería no incluida
qué decepción los de café, siempre feos, son como si vinieran en vasito de telgopor e hiperendulzado como te los dan en los colectivos larga distancia,
qué tragedia fue ese invento de cocacola de yerbamate gaseosa
quiero probar la cherrycoke
más azúcar pensé que ya no llegaban los chicles con forma de curita
pero los mejores mejores son esos
los de canela incandescente
casi picantes
que venden allá
en el otro hemisferio
y que tienen gusto a exótico
eso logra la canela
mezclala con chocolate
vas a ver cómo queda el brownie, qué sorpresa,
el placer del helado de canela
que refresca y aclara la garganta
como un buen whisky
o a lo sumo un vat
que zafa
y no es caro

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