9.6.09

canciones de inocencia, canciones de experiencia

ya no existís
(mentira)
ya no existís
te fuiste hace rato
de las rayas de mis anteojos
mis otros anteojos
te fuiste con el pelo largo que se hizo corto
viste que una se corta el pelo cuando entra en crisis
bueno, yo hice al revés
me dejé crecer hasta casi los hombros
que para mí es hasta casi la cintura
y cuando pasó ya todo,
14 de febrero de 2009,
fui y dije "sacame todo"
y no me dijeron, pero sabía
que la extracción no era definitiva
y que al menos por unos meses
se iban a ir cayendo pedazos de vos
y yo juntándolos con palita
entre las pelusas y el polvo
y los mechones de pelo que había sido largo.
soy sansón a la inversa
un sansón de piedra
no roca ígnea
soy arcilla
vos supiste tallarme un hueco
que ahora se está llenando
de polvo y pelusa y mechones de pelo
pero soy sansón de malvavisco
y aguanto y resisto
hasta que algún día alguna
lengua de fuego en el cielo
encienda todo lo del hueco
y lo derrita y se tape
y existas de nuevo
como un lindo recuerdo.

2 comentarios:

lala garcía dijo...

me hiciste acordar que tengo que recuperar ese libro
andamos con el film melancolia pegado al cuerpo eh
lo que esta abajo se ve pero emite un brillo especial
past-hunger
que tristeza jules, no se si estare proyectando.
es muy lindo esto que escribiste.
justo hoy iba por la calle imaginando que me pelaba la cabeza como jimena cirulnik y me iba a llorar al programa de mirtha y me dieron ganas de vomitar. ademas me dio mucho frio la sensacion de tener la cabeza tan sin pelo.
es the shadow line viste, pero en vez de una linea de sombra una cabeza rapada.
te quiero mucho.

égona dijo...

dios pero me sentí superhinperidentificada con esto, si supieras que hace 14 días exactamente agarré las tijeras y empecé a acabar con cada mecha, mientras decía ya no ya no y seguía y seguía y fumaba mis pelos hasta que me dieron pena verlos tan tristes en el piso, entonces me fui a la peluquera para que me aregle la cabeza, pero vino mi madre y me mandó al psicólogo-neurálgico


joder a nadie le había contado sobre esto