la ruta del vino
del chino a mi mano
lo cambio por billetes y me piden monedas
y lo que queda
el corcho de plástico
el acto drástico
del descorche
y al vino del chino
lo vuelco a un vaso
y el ruido que indica un vino recién abierto
es incomparable
como lo es el gusto amable
de un malbec medio pelo
que se deja beber, sin recelos,
y me muestra lo cierto
que es viernes, de noche, estoy sola
y que es claro, el amor se desmorona
pero ahora
estoy con mi amigo, el vino
que viajó lejos para llegar a destino
y ahora baila en mi boca
se hunde en mi panza
y si bien el vino no alcanza
por lo menos me sirve de abrigo
y a veces hasta se queda
a dormir conmigo
15.10.10
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1 comentario:
La semana que viene te venís a mi casa y nos tomamos un terrazas de los andes. Al bolsillo lo mata pero al hígado le hace mimos. My treat.
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