sábado de martes

ma me arregló el timbre antes de irse, así que ahora suena y me asomo y saludo. abro la puerta del departamento, prendo la luz del pasillo y después tiro la zapatilla con las llaves por la ventana. viole sube y nos saludamos. ¡tanto tiempo!
nos habíamos visto en pixies. nos habíamos visto hacía unas semanas en el lenguas también. pero ahora viole entra a casa y se pone contenta por oler mi casa de nuevo y yo me pongo contenta porque viole vino a casa, y por eso ¡tanto tiempo!
estamos y somos el mismo contexto de los martes del año pasado aunque hoy sea sábado. viole deja la mochila en el piso, se sienta, sonríe porque está en casa y porque está sonando pixies y no va a dejar de sonar hasta que nos vayamos y apaguemos el equipo antes de que empiece otra canción porque sino no nos vamos más. pero ahora sonreímos y le ofrezco agua y vino y comemos maní japonés y la charla empieza con el ritmo que ya conocemos.
es muy lindo cómo nos lleva la conversación. paseamos por todas partes, hablamos del recital hasta que creemos haber agotado todos los detalles posibles, cambiamos de tema y volvemos al recital. sin necesidad de ponernos de acuerdo, pausamos lo que estamos diciendo para cantar algunas partes de algunas canciones y después seguimos hablando.
hablamos de lo que leímos, de lo que estamos leyendo. le pregunto por algún fic. me encanta que me cuenten cuentos, y viole es muy buena narradora, así que me cuenta sobre la última joyita que encontró y después nos desviamos a good omen de terry pratchett y le cuento que me acabo de dar cuenta de la enormísima utilidad de la biblioteca del lenguas, donde hay algunos de pratchett y hasta el volumen II de the league of extraordinary gentlemen (¿y dónde está el volumen I, me pregunto?), y que me llevé una novela de la misma minita del cuento blank card que ya voy cien páginas y pienso en todos los libros que hay ahí, "tantos libros y tan poco tiempo", hasta que cantamos on a wave of mutilation, wave of mutilation, wave of mutilation, waaaaave
y me pone tan contenta todo esto. y se lo digo y le cuento, le pregunto si se acuerda del prólogo de error humano de chuck, que en cierto aspecto es la mejor parte de ese libro, que no me acuerdo mucho si hablaba exclusivamente del momento de lectura o si también mencionaba el de escritura, pero intento dejar de dar estas vueltas en busca de una exactitud que la verdad que no viene al caso y le digo, chuck dice que el momento de lectura es algo totalmente individual, uno cuando lee está completamente solo. no me acuerdo si en el prólogo eso le sirve para dar pie al tema del libro, pero le digo que lo lindo es que cuando nos juntamos y nos contamos las novelas que leemos es como si las convirtiéramos en una canción que está sonando por el equipo de música y que el intercambio es como si una cantara las estrofas y la otra el estribillo y después la otra el chingui chingui de la guitarra y así es la cosa, es re lindo, como si leyéramos sin auriculares.