llegamos a la conclusión de que lo mejor era tratar de ser buenos. no para recibir algo a cambio, sino que porque sí, porque si es un mundo de mierda es conveniente tratar de hacerlo un poco menos oloroso. lo dijimos y sonreímos una sonrisa resignada y abatida, porque ser bueno no es sufieciente, pero qué más se puede hacer si cargamos con la certeza/creenciafervorosa de que la única escapatoria posible es la que se nos da como chivo expiatorio, una escapatoria tan bien pensada, las manifestaciones, los carteles, los sitos donde se respira la libertad de expresión como salida de un aire acondicionado. lo saben todo y mucho más, y no podemos señalar quiénes son, o sí, pero tantos, y también ocultos e insertados y todos y cada uno de nosotros llevamos un poquito de eso contra lo que en algún momento al menos yo pretendí luchar. entonces lo más recomendable y lo que mejor hace es lo mencionado renglones arriba. junto a la conclusión de propagación de bondad habíamos pensado anexos, tales como la posibilidad de que nos tomen por boludos, si hasta hay un término inventado, ese "buenuda" que escuché tantas veces. ponderamos los riesgos y recordamos situaciones en las que nos habían reprochado el hecho de ser "demasiado buenos", situación a partir de la cual llegamos a pensar que la bondad no era necesaria y apreciable, sino que algo así como un kilito de más o una muletilla insoportable. pusimos en una balanza llena de parcialidades incorporadas (lo que hicimos, el entorno social, el nivel económico, intereses, educación, alimentación, etcétera) lo que había que pesar y elegir. de un lado el tratar de ser buenos, apenas un intento; del otro, ni pensamos mucho en el otro. en realidad ya lo teníamos decidido. sea, dijimos, seremos buenos, boludos y felices en el máximo de las posibilidades.
y a pesar de todo, a pesar de todo.
volví a casa, miré la bibliotequita y ahí arriba había uno de los últimos libros que había leído, talking it over, de julian barnes. los personajes llegaban a la conclusión de que era imposible no lastimar a nadie. no importaba lo que uno hiciese, siempre habría algún damnificado.
entonces, entonces. ni siquiera así hay escapatoria. algún día aprenderé a decir "peor es nada".
de agujero a agujero
Hace 4 horas.

1 comentario:
buenos, autoconstructivos, deportistas y teniendo en la cabeza constantemente OLD BOY. ahí sí te das cuenta de cuán hiriente podés ser. sin darte cuenta.
uh, iba a decirte algo pero me olvidé.
che si tenés un grabador de voz avisame, tengo que pedirte un favor para el jueves.
beso doña de la lengua rota!
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