algún día será cuestión de decirte que ya no te conozco más. que no es porque hace tanto tiempo, sino que hace tanto tiempo y que te veo alejarte y yo también, entonces qué más decir que ya no te conozco más. tal vez agregar que es muy probable que haya sido el tiempo, podemos incluir también las variables y nuestros entornos -tu entorno y mi entorno-, convendría mencionar que no hemos hecho mucho esfuerzo por mantenernos en contacto -ni vos ni yo-; sería propicio para la situación agregar excusas como los deberes y obligaciones de cada persona; la gente que te y que me rodea; la falta de monedas para acercate o acercarme en un colectivo, teniendo en cuenta también que las horas pico son las más indicadas para la ocurrencia de una visita inesperada pero a su vez son propulsoras de la más mínima voluntad de introducirse en un tufo andante, menos ahora, la primavera, el calor horroroso, quién pretende prender un horno en estos días, vas o voy a cocinar y seguramente -algo que vamos a compartir- pasaremos un mal rato.
me olvido de tu nombre, tu cara. ¿habíamos caminado por la playa o por el centro? no sabría decirlo. no puedo afirmar nada. dónde habrá empezado la primera conversación, ya dudo de si sos de acá o de muertomadryn.
allá vas, te pierdo, me pregunto si te pasará lo mismo,
me pregunto en quién estaba pensando hace un rato,
que ya sólo me queda un hilo,
una hebra finita,
ay,
ahí se escapó la punta,
perdí el cordón,
o la cordura.
hola, ¿cómo te llamás?
de agujero a agujero
Hace 4 horas.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario