19.3.08

"here and now, boys!", decían los minahs de la isla

hoy fui a mi primer clase de italiano y resultó ser que empiezan la semana que viene.
cuando vivía en génova mi papá me llevaba de la mano y la apretaba fuerte, sus pasos eran mucho más largos que los míos y tenía que ir corriendo, su brazo enorme pero igual tenía que estirar un poco mi brazo para llegar y correr, correr, viendo los pies gigantes de mi papá.
fui al departamento adonde vivía mi abuela y me llevé unos libros, además de la tabla de esqueit que había ido a buscar.
me apretaba los cachetes y su casa huele a naftalina y siempre que la olía en otros lugares era como la casa de mi abuela y sus libros y sus máquinas de escribir, hoy vi, una es olivetti, paseaba con mi abuela al lado, pasos despacios, ella con su bastón y mi brazo por las calles angostas de vitry sur séine.
estaba esperando a que cambiara el semáforo y un mozo que se reía mucho gritó "¡ehh, vamos a pasear en skate!". me di vuelta y lo miré con una mirada de odio profunda, volví a mirar a la calle. mis mínimos actos de maldad.
a veces me pregunto por qué, por qué se meten, te dicen una cosa en la calle, no saben cómo estás cómo te sentís cómo influye lo que te digan. sólo lo dicen, lo escupen con gusto, no se preguntan antes, nunca le respondí nada a nadie que me dijera cosas en la calle, el espíritu de la escalera y esas cosas que hacen que se me ocurra todo después, que en el momento me enfurezca o me duela.
volví de mi clase frustrada tarareando una canción de foo fighters que se me había quedado pegada.
el otro día era she's leaving home, de los beatles. no la había escuchado, pero estaba leyendo la biografía y eso influyó y a cada estación she's leaving home, sunday morning at five o'clock as the day begins, fun is the one thing that money can't buy.
de nuevo me enfrento a la casa sola. un poco de elliott smith para acompañar los momentos, everything means nothing to me.
como esa noche que no había nadie y estaba a punto de llover y las persianas bajas y la cama enfrentando al aparato de música. puse el cidí que me había regalado lala, que tiene la discografía de e.s. y unos cuentos de cortázar antes y me senté en la cama a escuchar, primero los cuentos, después la música, y el encierro daba la sensación de día mal aprovechado, pero me estaban leyendo y me estaban cantando y eso ayudaba.
es como si de golpe todo se hubiera desconectado.
en el verano me encontré con amigos y todos estábamos en una sintonía distinta. los temas de conversación se truncaban, los humores no eran los mismos, sentados en un patio poco iluminado, descontando las horas, viendo cómo a las diez y media de la noche todavía se notaba el cielo claro.
se me terminaron las novelas, ahora tengo los libros ésos que prácticamente robé.
books can take you to a place far away.
creo que voy a seguir con algo de puig; o me voy a fijar si al final me llevé el de fogwill, justo hoy que presentaba uno nuevo, que no fui porque iba a la clase de italiano que no fue.
me dijo que sólo leía, solamente eso, para distraerse y para no pensar y olvidarse y eso es exactamente lo que estoy haciendo.

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