esa macabra cosa de ponerle apodos a elementos que deberían ser llamados por su nombre.
una situación de mierda mezclada con eventos magistrales.
un libro que empieza de forma diabólica y así ha de continuar.
música, música por los huesos y la mandíbula se ajusta se comprime los dedos crujen la respiración se agita la velocidad es viento corriendo como la música. sólo queda esto, aspirar el aire que son gritos y emoción invertida.
cómo llamar a esto.
los conceptos, se ve, los conceptos que simbolizan y que ayudan a entenderlo todo. pero esto. imposible, nono. abstraerse entonces. no existen quienes me rodean. sólo lo que escucho y lo que leo. armarme un escenario y tirar ahí a los intérpretes de mi obra.
es esto. esta es la vida de otros. yo expectadora. siempre esa cosa de ser pasiva, quizás no por preferencia, sino que por las dificultades que conlleva el relacionarse con el resto. y les parece tan fácil, la interacción, parecen no tener esas dudas de cómo responder a un comentario, a un gesto. o cómo comenzar algo. o continuarlo. o cómo ser, aunque eso no es complicado, es simplemente eso, pero siendo sastre, pretendiendo juntar los retazos de cada persona sí que siempre se complica.
entonces te miro a la distancia. allá estás, mirate, te reís e interactuás con tanta naturalidad. no pensás ni por un segundo que eso que estás haciendo es realmente un esfuerzo para otros. hablás y saludás a gente. brindás con alegría. mierda, te es tan fácil, casi tanto como despegarte de los otros después de un rato.
en una parte de un libro que estoy leyendo el escritos (don jenri míler) habla de la gente como si fueran libros que él va leyendo y consumiendo por completo. bien, la cosa es así: yo también hago eso. lo angustiante es cuando los libros personas no pueden ser leídos del todo, cuando se alejan volando con sus hojas de celulosa al viento y pedacitos de letras cayendo cual nieve o cenizas de incendio cercano.
panorama: descenso ciclotímico.
pronóstico: regular esto por tiempo indefinido
recomendación: hacer algo.
ejemplo: no dejar de moverse.
posibilidades de movimiento: enormes.
voluntad: nula.
lugar recomendado: lejos (más de mil quinientos kilómetros)
quisiera escribir algo más. hay tanto más.
es que es este libro que me dejó por la mitad. me asfixia de intriga.
de agujero a agujero
Hace 4 horas.

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