y es realmente tan extraño. escuchando the smiths una tarde temprana, el tiempo pasa a velocidad montaña mágica y este sábado no puede parecerse tanto a un domingo. dormí hasta tarde y hablé estando dormida y me ofendí para después sentirme miserable. por qué absorbo los malestares ajenos. por qué me adhiero a los demás de forma tan extrema. siento ganas de rebanarme despacio, de dejar de existir por un rato. anoche tenía pensado bajar las fotos que había sacado, poner una en el fotolog y escribir algo simpático sobre anoche. también esta semana tuve ganas de escribir para ese proyecto aunque no había ideas nuevas, quería desarrollar más los puntos esos que se fueron agrandando hasta convertirse en círculos cuyo diámetro nunca había alcanzado antes. además no sólo crecieron aislados, sino que se fueron juntando como las gotas de lluvia en una ventana. algunos adquirieron tanto peso que empezaron a arrastrarse, a caer hasta el marco inferior y decantarse en forma de fragmento de historia. de nuevo formando un charquito, pero tal vez no disonante como gran parte de lo que aparece acá, sino que con una sonoridad especial, una música que quiero seguir y que creo a partir de palabras. me encantan las historias, y estoy muy a gusto con algunas de las últimas que escribí, pero se quedaron allá en el fondo y tengo miedo de que quede sólo eso y se empiecen a evaporar y a perder nitidez, entonces ahí tendría que empezar de nuevo. por suerte este sábado es tan domingo lluvioso que la humedad se conserva, incluso aumenta, aunque ésta parece ser otra ventana, las frases decantan por otro marco, es el viento el que mueve las gotas y las lleva aparte, hacia un costado, una viga triste y lateral. me gustaría tratar ahora, ver si soplo al lado contrario del viento y oriento las gotitas hacia abajo para seguir el proyecto. pero si hago eso va a ser como aceite, no voy a lograr nada que se parezca a las historias que vengo escribiendo. es complicado, esto. creo que seguiría escribiendo sobre ella en vez que sobre norita o acerca de oliver o sobre lo que todavía no empecé quién sabe por qué, será que son tantos ellos allá abajo, del otro lado de la calle. será que como son parte de un grupo relativamente grande y bastante unido no sé qué escribir sobre ellos. es que claro, siempre apelo a la experiencia propia para hacer ficciones. y mis vivencias en grupos grandes (¿alguna vez unidos?) no son tan adaptables a eso que quiero. por eso norita mira por la ventana y los espía y quiere saber qué hacen. y no sabe y no sabe quiénes son porque yo no sé cómo ayudarla a descubrirlos, me falta creatividad, me falta aventura y también anécdotas. así que sólo están ahí como un borrón, a veces tienen mochilas, a veces una o dos botellas de cerveza; y hablan, sé que hablan y conversan y tienen chistes internos y todo eso que son ingredientes de un grupo unido. de lo que creo que es. porque, así como me fui de madryn y como dijo cecy que si uno se va a vivir a otro lado después pierde el sentido de pertenencia, así me pasa con la gente. y lo veo como algo tan poco natural, el irse despidiendo de personas e ir conociendo otras. claro que debería ser considerado normal porque cada uno va cambiando con el paso del tiempo, como el lenguaje, pero las últimas relaciones interactivas que he tenido se notan tan volátiles, es tan triste, porque pienso que sí, que realmente me gustaría seguir conociendo a x persona y así sucede hasta que para x prevalece su grupo de pertenencia, por supuesto, y acá una sola no sirve. quisiera mandar a la mierda la necesidad de interacción social del hombre. no, tampoco quiero ser una hormiga, chocando con personas dos veces por semana para dejar de verlas. y es entretenido conocer a alguien, pero siento que ya repetí unas cinuenta veces que soy de muertomadryn y que me cambié de universidad y todas esas etiquetitas. procesos desgastantes, por más que no vayan más allá de la introducción, por más que contemos sólo nuestro prefacio. lo peor es que en los momentos de ausencia de interacción me siento así, tan dominical. antes apreciaba tanto la soledad.
me despido de todos los que conozco. recuerdo que hace unos días luli quería dejar de interactuar con personas y notó que era imposible, que cursaba y se veía obligada a hablar. entonces ya tengo la respuesta a mi voluntad de éxodo. y hay demasiada cobardía para irse por completo, y está el razonamiento humano y la memoria que me llevan a pensar que en un rato esto va a pasar, entonces para qué y por qué lo desarrollo.
de agujero a agujero
Hace 4 horas.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario