20.6.07

teseo sin piolín o de cómo julia no sabe concentrarse en lo que quiere escribir

hoy, como ayer, me levanté temprano para ir a cursar, y hoy, como ayer, llegué bastante antes de la hora de ingreso y me sentí satisfecha con mi impuntualidad a la inversa porque amo esos momentos de no-hay-nada-que-hacer de antes del comienzo de la clase. pero ayer, no como hoy, olvidé olímpicamente que no sólo tenía el placer de haber pasado por un fin de semana extenso y lleno de actividades, sino que además se sumaba el gusto de no tener la clase de la primera hora, y tal olvido hizo que me despertara innecesariamente a las seis am para llegar con toda la calma del universo veinte minutos antes del nulo comienzo de lengua española. me senté en un banco esperando a posibles compañeros que nunca llegaron porque ellos sí recordaron que podrían dormir más hasta que recordé las palabras de la profesora el martes pasado. entre puteadas saqué un par de fotos al aula vacía y me fui al bufette o buffet o buffette o bufé y aproveché el muchísimo tiempo que tenía antes de traducción para leer y escribir a mis anchas.
pero en realidad de eso no quería escribir. o sí, un poco, hasta sacarme la bronca de haber cometido la estupidísima estupidez de haberme levantado dos horas y media antes de lo necesario, porque por más que me guste boludear por el lenguas, también le tengo sumo respeto y cariño a las horas de sueño, mucho más las oníricas, pero menos las de hoy, porque hoy me levanté a horario pero se me quedó pegado un pedazo de sueño que tuve, y en el sueño una ex compañera de básquet me decía con toda tranquilidad "no, julia. la verdad vos nunca supiste jugar bien al básquet. mucho menos en la defensa", cosa que hirió bastante mi susceptibilidad, y despertarse ofendida no es de lo más lindo, así como tampoco lo es justificarse con una persona onírica en los momentos de vigilia, porque mientras preparaba el café me decía que tan mal no jugaba, que seis años y medio de picar la pelotita debían haber sacado sus frutos, y mi defensa era buena si estaba en buen estado físico, qué tanto.
pero tampoco era el sueño el tema de este escrito. estoy notando cuánto se me complica esto de ir al meollo de la cuestión. meollo es una palabra un tanto desactualizada, ¿no? dentro de poco voy a empezar a decir "qué plaaaatooo.." porque mi ma está de visitas y me suele pasar que sin pensarlo usurpo el vocabulario de quienes me rodean y lo escupo con toda naturalidad en cualquier otro momento. ya lulú se está empezando a burlar de mi forma de hablar.

en fin. quería escribir sobre hoy a la mañana y de cómo llegué veinte minutos antes de que empezara la clase y de cómo me senté en el bordecito de la parte de afuera del edificio para armar un cigarrillo y de cómo sucedió lo que sucedió después. así que hacia eso voy: todavía estaba un poco oscuro y no me había cruzado con ninguna compañera y no hacía tanto frío y estaba de buen humor y no tenía discman ni mp3 pero hacía pasar por mi cabeza canciones de los beatles, black flag y amoeba y eran todas disfrutables, y sentada donde estaba podía ver una parte de carlos pellegrini y la gente que entraba y dos porteros del lenguas que conversaban mientras barrían la vereda. después de haber armado el cigarrillo saqué la cartuchera y empecé a revolver en busca del encendedor, pero antes de encontrarlo vi una mano que se extendía hasta la altura de mi cara y alcé la cabeza y era uno de los señores porteros que me convidaba fuego. dije gracias sonriendo, porque es lindo que la gente sea amable, y le devolví el encendedor al mismo tiempo en que el hombre me contaba que cuando él tenía diecisiete, dieciocho años también fumaba de los armados, y los hacía con tabaco fresquito porque un amigo de él trabajaba en una fábrica de tabaco y le llevaba. en ese entonces vivía en misiones, me dijo, y me dijo que él no era de allá pero que tampoco era de acá, él era de un pueblito cercano a córdoba capital, uno que a veces mostraban por el canal infinito porque al parecer se veían ovnis desde sus montes. me contó que pocas personas podían verlos porque en realidad pasaban por una especie de dimensión paralela, según informaban en el canal, y agregó que eran difíciles de ver porque pasaban rapidísimo. me contó que él de chico sí los había visto: eran tres o cuatro bolas luminosas que pasaban por el cielo y que se veían por apenas unos segundos, y comentó que algunas personas eran escépticas con respecto a la existencia de los ovnis. él los había visto pero no les daba tanta importancia como a otra cosa que había visto un día mientras paseaba por los montes, que eran el parque de diversiones de su pueblo, porque allá no había parque de diversiones, aunque sí de vez en cuando estaba el circo. estaba paseando con dos amigos y tenía doce años y lo recordaba porque había tomado la comunión hacía poco y de pronto los tres se pararon en seco al ver una figura adelante de ellos: era un gnomo, un gnomo verde y barbudo y narigón y con ropa verde y sombrero verde con pluma verde y bajo, muy bajo, y muy raro, y él y sus amigos tuvieron muchísimo miedo y salieron corriendo y les contaron del encuentro a sus padres recién tres días después del acontecimiento, y los padres les dijeron que no temieran porque no hacían nada. pero lo que más le llamaba la atención era lo que me contaría en los siguientes minutos, y lo que me contó fue que vino a vivir acá unos ocho o diez años después de sus doce y que le impactó la transición repentina de pueblo a ciudad y que paseaba por las calles e iba al ital park y que una vez vio que en plaza san martín iba a empezar un acto de no sabía qué cosa pero que habían militares italianos o algo parecido, y se acercó para ver de qué se trataba y notó que los sombreritos que usaban los italianos eran idénticos, iguales al sombrero verde con que había visto al gnomo. me contó que el acto transcurrió y que había música y ceremonias, pero él sólo podía prestarle atención al ornamento encefálico de los militares, tan igual e idéntico al de su gnomo de monte cordobés. cerró su historia diciendo que hay que prestarle atención a las cosas, porque uno no se imagina lo que puede pasar, él no se imaginaba que volvería a ver el sombrerito y ahí acá lo vio y sólo le hubiera faltado farfullar un "está todo organizado" y todo habría estado organizadísimo.
después los porteros se fueron y terminé mi cigarrillo y entré a la clase pensando en escribir lo que el señor me había contado. ergo, esto.

5 comentarios:

cat dijo...

no tengas miedo! yo tambien hice 6 años...hace mucho tiempo, y mi estado fisico es deplorable actualmente. no tengas miedo y dejes que tu inconsciente te reproche tu mala defensa en aquel entonces. yo pienso que uno cada vez que retoma estas cosas las vive de una manera distinta.como que despues de haber hecho el cbc...dibujaba la jugada en la cancha( ahora que avancé más aún, no sé...veo la jugada en 3 dimensiones?)
te digo que ayer no pude ir, porqu con la lluvia si salía 5 min después de como salí quedaba hecha una sopa. pero hoy voy y pregunto.

mi arroba: nenasilenciosa

beso jul!

charlina dijo...

Uf, alguien alguna vez escribiò "a pesar de las piolas no tenes hilaciòn"
Y yo no tengo, al menos para escribir...
Besos Juls!

lala garcía dijo...

que lindo jules, qué genial es cuando pasan esas cosas. ahora cada vez que veo al portero quiero hablar con el!
un abrazo grande, a ver cuando nos juntamos a comer oficialmente.

cat dijo...

stills ond the road lo de basquetbols?

beso!

cat dijo...

resulta que el jueves, haciendo tiempo con mis compañeros de diseño(sí, todos con o) fuimos a jugar al básquet a la cancha descubierta, a pesar de que el señor "guardia" me había dicho que no, que había niños de colegios usándolas(puras blasfemias). el frío, más el piso mojado hicieron que salgamos contentos, distendidos y felices de esa cancha, urmbo a nuestra correcion, llenos de olor deportivo pero relajados. y que al otro día no nos podamos ni mover! no podía ni cruzar las piernas, no pude nada nadar nada de nada ni hacer nada. así que moraleja, hay que elongar y usar la cancha aunque el guardia te diga que no.
la semana que viene arreglamos! un día que no haya llovido ni el día anterior ni el anterior ni el anterior. da?


(cuantos los mensajes subliminales en los canales de niños! incontables. y qué fanatica de pit y pit, el tatuaje del brazo de pit-el gordito-!)