perdí los anteojos en el tren
y allá, mi cordura en el andén
bien atada a las vías
y las ruedas que la cortan
se secciona y se pierde, ahí la ven
logré que la sanidad callara
amordazada debajo de mi cama
se mueve y golpea con la espalda
al piso y patea las paredes
le digo a la gente; no me creen
paseé en salticado, vicio en vicio
todos, ninguno me sacó de quicio
ni alcohol ni drogas ni rutina
hicieron mucho cambio en mi vida
(abrir la tapa, click interruptor, tiempo de exposición insuficiente)
la música me ayudó por un buen rato
los libros; consecuencia de las palabras
también caminar por el pasto
o gritar, por qué me apetece el llanto
ya no tanto
el tiempo que es distancia
que es el río que nunca es el mismo
que una foto petrifica en un instante
que hace astillas de la geografía
las de fibra de vidrio
y guay con que se metan
por tu vía respiratoria
los seamonkeys caminan
como pulgas en de la peste
hasta que a uno le toca
y se le termina el mundo
de agujero a agujero
Hace 4 horas.

1 comentario:
¿es ridículo decir que por momentos me hizo recordar a borges?
es ridículo, pero te juro (más allá del verso del río, eh).
Publicar un comentario