sí, qué tal, quería un cromado pero de los mejorcitos, como para que me miren todas las chinas, como para que se ilumine mi entrada a la pulpería, como para dejar sentado a hernández y su maldito lunfardo del cual recuerdo nada y por eso tengo que entrar a la wiki y diccionarios y demás cosas y me siento cual texto en pleno proceso de desverbalización, así, casi como cuando a edward II lo dejó la mujer que después volvió con el otro y lo liquidaron, masomenos como cioran cuando se dio cuenta de que no hay esapatoria, a un paso nomás de la decadencia de los diccionarios bilingües, hasta el cuello de entrega de language reading comprehension.
no, no es desverbalización; esto es equivalente a que me saquen el cerebro.
seamonkeys y sin monedas, música en shuffle (she devils ahora), café en el estómago y los resúmenes que se cagan de risa sobre la mesa y una silla. el bajo que quedó abandonado en la cama, la repentina sensación de ganas de describir las gansadas de siempre, el café que ya se aburre de ser mencionado, el bajo que tiene más protagonismo en el fotolog que en mi vida, la música que ahora es fugazi (otros cuyo nombre ya gasté), la merienda, las pocas ganas de estudiar, me haría muy bien que ésta fuera la última vez que escribo al respecto de todos estos asuntos, pero será esa estúpida tendencia a la autobiografía hasta para contar que me lavé los dientes o que me salió un grano, será eso lo que me empuja a repetir siempre lo mismo, como ahora, este texto cinta de moëbius que da vueltas alrededor de lo mismo y se vuelve a encontrar, y decía autobiográfico y eso es motivo de estos textos porque si mis días se parecen todos, si mis días siempre tienen algo de intentos de cosas, entonces es evidente que siempre escribiré lo mismo, o tratar de que ocurra algún suceso extraordinario, o pensar en ficciones, dejar de leerlas, producirlas.

1 comentario:
el martes justo justo lo tengo libre, no es genial? da por seguro que voy a aparecer por tu casa con cosas ricas. o cosas raras!
abrazos!
Publicar un comentario