'jestadi

it’s amazing, it works!
eran barcos, siempre barcos. a veces gritaba porque el agua ya salía hasta por las fosas nasales. en un momento hasta me reí de todo.
black
runner
tight black rubber
black rider. riddle.
sólo quiero que se hagan las nueve así me puedo ir y después puedo dormir y después puedo estudiar y después puedo rendir y después puedo olvidarme al menos por un rato de lo que implican los exámenes.
no debería importarme, ¿a vos te importa? ¿no te parece que es algo completamente idiota? no, no tiene que ver con la sallllllllllllllllllllllllluuuuuuuuuuuuuuuuuuuuudddddddddddd
ni con los estornudos ni los nudos marineros ni estribor ni babor. babart estaría re triste sin la vieja que le lustraba los colmillos. tusks, en inglés. tusk me, tusk me, decía el elefantuito
circense.
sin embargo, toda esta marejada majareta puede tener un sentido, oh, sí, busquemos, revolvamos, una cosa que me gusta del absurdo es que justamente es eso. en una de ésas todo tiene un sentido y yo soy una boba que no entiende y que se ríe porque no entiende, pero a mí qué, yo la pasé re bien con la cantante calva y la cantante calva reloaded. claro que porque la primera vez que fui fui con mi profe de literatura y mi hermano y actuaba un amigo de mi papá y afuera estaban luli y cami que casi causan un incendio, el que no aparecía en la obra de teatro donde actuaba toda gente copada. y la segunda vez, la segunda vez también la disfruté mucho porque estaba enamorada y me acompañaba la causa de mi estado y yo pensaba que no importaba nada, que no habría más problemas y que la comunicación y hacerse entender no era tan difícil después de todo. ¡carax!, qué equivocación, si yo sabía que no entendía nada y que era medio naba.. en fin, la obra siempre me gustó, más allá de lo paratextual, lo parateatral, han visto, esa cosa del quédiosdetrásdedioslatramaempieza y el vértigo de ver las estrellas y querer zambullirse allá como si fuera el mar planchadito de las nueve pe eme, los invito a mi terraza de madryn, es decir, vengan, suban al techo del dormitorio de mi hermano porque desde ahí se ven mejor, son pocos metros pero parece que están más cerca, se los aseguro, además se ve la casa del vecino y miren cómo julia les permite una pizca de flâneurismo completmente inocente, yo les digo, subir es fácil pero tengan cuidado cuando bajen porque en una de ésas a la primer pierna no enganchan la escalera, entonces ahí agarra un poco de cagazo, pero es cuestión de patalear un poco más hasta sentir algo sólido por donde bajar al pasto, a los dientes del doc los maullidos de mercedes, acá el calor y los autos no me dejan dormir, el ruido de algunos autos me hace pensar en el revoltijo que hacen las hojas de los álamos que se ven desde la ventana del dormitorio de madryn, oh me, oh my, tengo que desmoldar el brownie, brownie un poco quemado y demasiado gordo para mi gusto, pero seguro que queda rico porque qué cosa no queda rica con helado, y, la ensalada de frutas, nunca me gustó esa mezcla, tampoco las masas de limón, acá no funciona el wifí, desde mi depto estoy tratando de engañcharme de forma clandestina a alguna red y me aparecen tres pero todas tienen contraseñas y estaría bueno llegar a la de algún café pero parece que justo en mi cuadra prefieren no tener wifí o será que estoy justo en un área pseuderresidencial ahora me tengo que ir ¡gotta go! everybody must get stoned, míster dylan, tengo un perchero sobre la mesa y un brownie por desmoldar, tengo menos calor que antes y una biblioteca chica pero hermosa. tengo dos expectativas y una buena historia.
oh me, lucky me.